Vista de la ciudad de Loja (Granada, España), 1630. Meisner/Kieser
168,75€
Dimensiones | 150x222mm |
Dimensiones del grabado | 96x147mm |
Descripción del artículo
Grabado de placa de cobre, extraído de la famosa obra “ Thesaurus philopoliticus”, de Daniel Meisner y Eberhard Kieser, publicada en Frankfurt am Main, hacia 1630.
Grabado que nos presenta una vista panorámica de la ciudad de Loja ( Granada), en Andalucía (España). La vista muestra la ciudad con sus edificios religiosos y civiles más importantes en toda su extensión, así como la topografía que la rodea. En la parte superior, lel grabado incluye el lema latino "Fallacia alia aliam trudit" y debajo el nombre de la ciudad. En primer término una escena alegórica que nos muestra un zorro y una cigueña representando la conocida fábula de Esopo (luego tomado por otros autores como, La Fontaine,..) con esos animales como protagonistas; y luego presenta la descripción en latín y alemán sobre la ciudad y sus habitantes.
La vista fue editada por primera vez en "Thesaurus philopoliticus" (también Thesaurus Philo-Politicus, Ger. Politisches Schatzkästlein) por Daniel Meisner, grabado y publicado por Eberhard Kieser desde 1623 en Frankfurt am Main. Las imágenes emblemáticas, en primer término, se hicieron para "iluminar y educar al lector y guiarlo hacia una mejor transición". Posee en la parte inferior siempre, un texto (en alemán antiguo o/y latín, relacionado con lo representado. El trabajo, que en la primera edición solo incluyó 52 visitas., después de su éxito instantáneo, los editores ampliaron las mismas y así en 1631, llegaron a un total de 830 vistas. Después de la muerte de Kieser el mismo año, llas placas fueron comprados por un comerciante de arte de Nuremberg, Paulust Furst, quien agregó letras y números en la esquina superior derecha (cada letra A-H para un volumen y el número 1-100 marca una página en un volumen). Fürst también agregó escudos de armas o vistas y, a veces, cambió ligeramente los títulos. También cambió el título de su trabajo, en “Sciographia Cosmica”. Como primera edición de Meisner, el trabajo revisado de Fürst fue un éxito instantáneo. Las vistas de este trabajo pertenecen a los clásicos de las vistas en miniatura del siglo XVII.
Su estado de conservación es bueno, con una impresión muy fuerte y oscura en buen papel verjurado antiguo, que se encuentra pegado a uno de más grosor y de época, no conservando sus márgenes, que fueron cortados, pero sin afectar al grabado en si (ver fotografías.
Daniel Meisner (1585 - 1625), también Meissner y Meissner, fue un poeta alemán (probablemente también un grabador de cobre, como a veces se describe) y coautor del “Tesauro Philopoliticus”, una famosa serie de grabados con paisajes urbanos.
Eberhard Kieser (1583-1631), fue un grabador y editor alemán. Aprendió el oficio de la orfebrería. A principios del verano de 1609, se casó con Anna Christina Hoffmann, hija de un pintor, trabajando de orfebre, comenzando a dibujar y grabar posteriormente. A partir de 1612 ilustró y publicó libros e hizo grabados representativos en su taller editorial.
Fábula del zorro y la cigueña (Esopo) . Al zorro le encantaban las bromas pesadas y quiso gastarle una a su amiga, la cigüeña. Un día la invitó a cenar a su casa y la cigüeña aceptó con mucho agrado. La cigueña se presentó a la hora acordada y tras conversar un buen rato, se dirigieron al comedor.
El zorro había preparado una deliciosa sopa, pero la sirvió en dos platos muy llanos. La cigüeña apenas pudo probar la sopa con la punta de su largo pico. El zorro, entre risas burlonas, se tomó toda la sopa y al final se lamió y relamió el plato.
La cigüeña, pronto se dio cuenta de la broma de mal gusto que le estaba jugando el zorro. Sin embargo, disimuló su enojo. Al despedirse, dio las gracias al zorro dejándole saber que estaba invitado a almorzar a su casa al día siguiente.
El zorro se presentó en la casa de la cigüeña, al entrar sintió un olor exquisito que le hizo agua la boca y lo llenó de emoción. Pero la emoción le duró poco, porque el guiso que había preparado la cigüeña le fue servido en un jarro muy largo y de cuello estrecho. La cigüeña alcanzaba fácilmente el guiso con su pico, pero no el zorro con su hocico ancho y corto. El zorro, muy avergonzado, se marchó con el rabo entre las patas.
Moraleja: No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti.