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Descripción del artículo

Mapa de gran formato y a color, grabado en placa de cobre, realizado por Wilhelm Blaeu, extraído de la obra "Atlas Novus" (edición francesa) y publicado en 1638.

Se trata de una cartografía de grandes dimensiones y coloreada en parte, que muestra en su anverso, España y Portugal a principios del siglo XVIII, muy detallada, indicando los principales accidentes geográficos y las localidades más rfelevanes en esa época en estos territorios. En el margen superior- derecho posee un bello escudo heráldikco, de armas del Reino de España. A la izquiezda, en el mar, la representación de "un monstruo marino". Ya en la parte inferior-derecha, podemos ver el interior de una bella cartela barroca custodiada por figuras alegóricas, el título del grabado, " Regnorvm Hispaniae nova descriptio"  y a su izquierda la representación de una embarcación de vela característgica de la época y en el lado opuestro, en otra cartela más sencilla y también en su interior poseemos la escala utilizada y la clave con los dibujos reralizados en la cartografía y su significado.  En su reverso, poseemos texto en frances sobre el grabado, con letra inicial de capítulo decorada.

Se encuentra en buen estado de conservación, teniendo en cuenta su antigüedad, con fuerte y oscura impresión y colores vivos originales, en papel verjurado de calidad y amplios márgenes, pudiéndose ver perfectamente el hueco o huella del grabado producido por la placa de cobre utilizada para obterner el mismo. Doblez central original alisada y amplios márgenes, que en su parte inferior poseen dos manchas de humedad, pero que no afectan para nada al mapa en si. (Ver fotografías).

La familia Blaeu. "Los mejores editores de mapas holandeses fueron la familia Blaeu, y tienen el título de creadores de mapas supremo para cualquier período de la historia cartográfica" (R. Baynton-Williams, Investing in Maps). Willem Janszoon Blaeu (1571-1638) fue el fundador de la editorial Blaeu y estableció la excelente reputación de los mapas de Blaeu. Su interés desde hace mucho tiempo en las matemáticas y la astronomía lo llevó a Tycho Brahe en Dinamarca, donde aprendió el arte de hacer representaciones del mundo. Al regresar a los Países Bajos, estableció un negocio en Ámsterdam para hacer uso de sus nuevas habilidades de creación de mundos. La empresa debía desarrollarse para incorporar su propia imprenta y las primeras publicaciones de Willem Janszoon Blaeu incluyeron cartas marinas en Het Licht Der Zee-Vaert en 1608 y una edición revisada de De Revolutionibus Orbium Caelestium de Copernicus.

Publicó su primer atlas mundial, el Apéndice de Atlantis en 1630, en asociación con su hijo mayor, Joan Blaeu (c.1599-1673). El atlas se basaba en las planchas de impresión adquiridas de las acciones de Jodocus Hondius Jr., que habían publicado la última edición del Atlas de Mercator. El atlas contenía unos sesenta mapas. Este trabajo se amplió en 1631 para contener 98 mapas y llevaba la huella conjunta de padre e hijo con el título Apéndice Theatri A.Ortelii Et Atlantis G. Mercatoris.

En 1634 comenzó la publicación del Theatrum o Novus Atlas. Este trabajo en dos volúmenes era aún más grande con hasta 208 mapas. Este atlas, publicado en cuatro ediciones separadas en cuatro idiomas diferentes, era una clara evidencia de sus ambiciones. El éxito de este atlas y planes para proyectos posteriores significó un cambio de local en este momento. Apenas un año después, en 1638, murió Willem Janszoon Blaeu y el control del negocio pasó a su hijo, Joan.

Joan "apuntó a la descripción completa del cielo, la tierra y el agua" (Koeman, Atlantes Neerlandici) y continuó expandiendo el Novus Atlas en esta búsqueda. El trabajo creció a unos nueve a doce volúmenes en folio hasta c.1662, conocido como Atlas Major, generalmente considerado como el pináculo de la publicación de atlas. El Atlas Maior finalmente incorporó más de 650 mapas, a menudo encontrados en el color contemporáneo más hermoso.

La imprenta Blaeu era una de las más grandes del mundo y Joan fue asistida por sus hijos Willem, Pieter y Joan II. Sus esfuerzos por asegurar los mapas de Blaeu fueron, y siguen siendo, reconocidos por el cuidado y la atención consumados en cada etapa de la producción, utilizando solo