La pesca milagrosa de Jesucristo (San Lucas 5,1), Hermanos Klauber, 1740
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Dimensiones | 99x152mm |
Dimensiones del grabado | 99x152mm |
Descripción del artículo
Hoja extraída de una colección de grabados sagrados que publicarón en la población alemana de Ausburgo sobre 1740, los grabadores Joseph Sebastian Klauber (1700-1768) y Johann Baptist Klauber (1712-1782) bajo el títuto de "Sacra Jesu Christi Evangelia". Esta pareja de hermanos era famosa por sus preciosas ilustraciones de motivos católicos, las cuales eran muy solicitadas en la época. El grabado muestra una escena de la pesca milagrosa de Jesús de Nazaret. Muy buen estado de conservación.
Evangelió según San Lucas; 5:1 En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. 5:2 Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. 5:3 Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. 5:4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: "Navega mar adentro, y echen las redes". 5:5 Simón le respondió: "Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, Juan 21, 3 pero si tú lo dices, echaré las redes". 5:6 Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. 5:7 Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. 5:8 Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: "Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador". 5:9 El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; 5:10 y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: "No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres". 5:11 Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron.